GASTEIZ-
VITORIA

La que es capital de álava, y desde 1980 de la CAV, congrega a
más de dos tercios de toda la población del territorio,
pero, al contrario que otras capitales, su desarrollo y ampliación
como ciudad ha sido cuidadosamente planificada y ordenada, con lo que
el resultado final podría ser calificado como de una ciudad de
amplias zonas ajardinadas y alto nivel de vida. Por otro lado, y ya como
curiosidad, decir que el estar situada en medio de la Llanada Alavesa
la convierte en la más fría de nuestras capitales, lo que
también le ha conferido un nuevo sobrenombre: "Siberia-Gasteiz".
UN
POCO DE HISTORIA
El rey navarro Sancho VI El Sabio fundaría el núcleo de
Victoria en 1181, en lo que hasta entonces era la aldea de Gasteiz, con
el fin de controlar desde aquí toda la Llanada Alavesa, pero ya
para 1200 esta zona quedó en manos de Castilla. A partir de aquí,
Gasteiz se convertiría en un importante centro del comercio, ayudado
sobre todo por sus importantes comunidades judía y artesana; en
este siglo XIII es cuando se levantó la ciudad medieval.
Su ocaso llegaría un siglo más tarde, arrastrada por la
crisis europea y las luchas entre los nobles alaveses y los habitantes
de la ciudad, lo que dio lugar a la bajada de población y a la
construcción de diversos palacios a modo de fortaleza por parte
de los citados nobles. No será hasta el siglo XVIII cuando Gasteiz
recupere el clima de bonanza de sus orígenes, aunque todos esos
siglos seguiría viviendo del comercio.
Fue ocupada entre 1803 y 1813 por los franceses, suerte que repitió
durante la I Guerra Carlista. Por último, en lo que se refiere
a su industrialización, no siguió los casos de Bizkaia y
Gipuzkoa, sino que conocería este proceso ya entrada la segunda
mitad del siglo XX. Hoy en día, el propio hecho de ser capital
la convierte en un importante núcleo de servicios, todo ello sin
olvidar su empuje industrial.
EN
TORNO A LA VIRGEN BLANCA
Siguiendo nuestra costumbre, comenzaremos nuestra ruta vitoriana por
su corazón, la Plaza de la Virgen Blanca, que constituye el punto
de encuentro de todos sus habitantes y donde se concentran los "blusas"
en fiestas esperando la bajada de Celedón.
Se trata de una plaza triangular rodeada por elegantes casas de amplios
ventanales blancos excepto en la esquina desde la que asoma la iglesia
de San Miguel. En medio tenemos el majestuoso monumento que conmemora
la Batalla de Vitoria.
La iglesia de San Miguel data del siglo XIV y guarda entre dos arcos
de la entrada la propia imagen de la Virgen Blanca. En su interior podemos
destacar su retablo. Tras la iglesia se halla el palacio gótico-plateresco
de Villa Suso, del siglo XVI (hoy centro cultural), y un poco más
adelante la iglesia de San Vicente, un templo del siglo XV que lleva adosado
una torre del XIX; en su interior hay un retablo churrigueresco.
Según descendemos por la Cuesta de San Vicente (a la derecha de
la iglesia) hacia la plaza, pasaremos por una de las mayores curiosidades
arquitectónicas de la ciudad: Los Arquillos, levantados a modo
de construcciones escalonadas entre los siglos XVIII y XIX para solucionar
el desnivel existente entre la ciudad nueva y la medieval y que hoy en
día forman un bonito mirador.
Por último, junto a la Plaza de la Virgen Blanca se halla la cerrada
Plaza de España, un cuadrado perfecto (220 x 220 pies) y porticado
que data del XVIII y que cuenta como elemento sobresaliente su Ayuntamiento
neoclásico.
LA
CIUDAD MEDIEVAL
Al salir por la puerta oriental de esta última plaza a la derecha,
veremos la oficina de correos de 1922, de forma similar a las antiguas
casas-torre; si giramos a la izquierda y comenzamos a subir la cuesta
de San Francisco, nos adentraremos por la más conocida calle de
la noche gasteiztarra, en Cuchillería o "Cuchi", como
también se la conoce. En el nº 22 encontramos las Casa del
Cordón, del siglo XV, con su planta baja medieval, torre gótica
y una hermosa bóveda estrellada.
A 200 metros de ella nos topamos con el blanquecino Palacio de Bendaña,
de aspecto de fortaleza gracias a su torre cilíndrica, que muestra
el respectivo escudo de armas. Este precioso palacio guarda una de las
exhibiciones más curiosas y por tanto más interesantes del
País Vasco: el Museo de Naipes Founier. Este museo está
formado por innumerables juegos de cartas que Félix Alfaro Fournier
comenzó a recopilar en 1916, siguió comprando por todo el
mundo y recibió de numerosas personas, conformando todo ello la
colección más interesante de su género a nivel mundial;
además se pueden contemplar diferentes máquinas y utensilios
relacionados con la fabricación de los mismos. En definitiva, cartas
de todas las épocas y de todo el mundo, junto con otras muchas
curiosidades, a nuestra disfrute. Abierto de martes a viernes de 10 a
14 y de 16 a 18 horas; sábados de 10 a 14 y domingos y festivos
de 11 a 14.
Justo antes de que termine la calle, nos aparece la Catedral Vieja o
de Santa Maria, del siglo XIV (construida sobre una anterior del siglo
XII, aunque la torre date del XIX), situada en la parte más alta
de la ciudad. Por fuera tiene cierto parecido con una fortaleza, en la
que destacan sus tres entradas, y su interior consta de tres naves organizadas
en planta de cruz latina, con el coro plateresco como elemento más
importante. En el lado norte del templo se encuentra la casa-torre de
Hurtado de Anda, la misma que aseguraba la entrada y que constituye el
edificio más antiguo de la ciudad; unos metros más adelante
tenemos el espectacular Portalón, del siglo XV-XVI, que ha sido
utilizado como carpintería y casa de correos, y a la derecha la
casa señorial de Gobeo, del siglo XVI. Todas estas construcciones
se hallan alrededor de la Plaza de la Bullería. Además,
este último edificio renacentista guarda en su seno el Museo Arqueológico
de Araba, con los restos antiguos recogidos en este territorio. Abierto
de martes a viernes de 10 a 14 y de 16 a 18:30 horas; fines de semana
y festivos a la mañana. La entrada, como en todos los museos de
la ciudad, es gratuita.
Según volvemos por la calle Fray Zacarías Martínez,
pasaremos por delante de la fachada plateresca del palacio Eskoriatza-Eskibel
(renacentista del siglo XVI) y un poco más adelante, al otro lado
de la calle, junto al palacio de Montehermoso. Por último, un poco
más adelante encontraremos restos de las antiguas murallas de la
ciudad.
En este punto, desde las escaleras del Cantón de la Soledad veremos
la iglesia de San Pedro, mayormente del siglo XIV, comenzada en el XIII
pero nunca terminada hasta el XIX, a causa de los continuos trabajos y
reformas. Así y todo, en vez de dirigirnos a ella directamente,
os recomendamos primero recorrer tranquilamente las calles paralelas de
Correría, Zapatería y Herrería, contemplando sus
casas y palacios, para de esta manera hacernos una idea apropiada de este
interesante casco histórico.
De todas maneras, si hay algún edificio que no se puede dejar
de contemplar, es la casa-torre de Doña Otsanda (dentro de la calle
Correría, seguid hasta el cantón de Carnicería, ya
que desde sus escaleras la vista es espectacular). Construida en 1970
sobre los restos de una casa medieval del siglo XV, constituye hoy en
día la sede del Museo de Ciencias Naturales de álava. Finalizaremos
al final de la calle topándonos una vez más con la Plaza
de la Virgen Blanca.
LA
CIUDAD MODERNA
Tras visitar la Virgen Blanca, la Plaza de España, los Arquillos
y la Casa de Correos que conectan la parte vieja con la moderna, esta
vez nos adentraremos plenamente en el ensanche neoclásico. Comenzaremos
por la salida meridional de la Plaza de España, ya que desde allí
podemos contemplar los amplios miradores adjuntados a principios de siglo
a las casas de los alrededores. Este tipo de ventanal se ha convertido
en tradicional en esta zona, y hay que decir que embellece en gran manera
los edificios.
Dejando la Casa de Correos a nuestra izquierda, llegaremos a la en su
tiempo polémica Plaza de los Fueros, construida en 1981 por obra
del escultor Txillida y el arquitecto Gantxegi, e ideada como una espectacular
plaza con gradas, en la cual se halla un conjunto monumental de granito.
También podemos pasear por las calles paralelas General álava,
San Prudencio y Florida, ya que éstas también tienen qué
enseñar, pero lo que haremos nosotros será volver por la
cuarta, la de Manuel Iradier.
En el cantón que da a la Calle Fueros se encuentra la Casa de
Naipes Founier (la antigua fábrica) y en el cantón que da
a la calle San Antonio, en cambio, el espectacular edificio que fue casa
señorial de Pando-Argüelles. Atravesando la plaza General
Loma por San Antonio (iglesia de San Antonio al frente) podemos volver
una vez más la Plaza de la Virgen Blanca.
DESDE
LA FLORIDA A ARMENTIA
Pocas ciudades tendrán tantos centros de interés y zonas
verdes en apenas dos o tres kilómetros de paseo, por lo que os
recomendamos dejar el coche y caminar tranquilamente hasta Armentia.
A un lado del Parque de la Florida se encuentra el Parlamento Vasco,
de 1853, y junto al parque la neogótica Catedral Nueva, con cinco
naves, girola, esculturas y apreciables cristaleras. Por la calle Vicente
Goikoetxea, delante de la Catedral, llegaremos al palacio de la Diputación
Foral, situado en la Plaza de la Provincia.
Florida es un bonito y romántico parque de 1820. Los ríos
del mismo, el bosquecillo y el blanco quiosco de 1890 (a los lados se
alzan las esculturas de cuatro reyes visigodos) hacen de él uno
de los lugares más atractivos de la ciudad. Por la parte izquierda
del parque discurre el Paseo de La Florida, que luego tomará los
nombres de Senda, Fray Francisco de Vitoria y Cervantes, pero en conjunto
constituye un único paseo, arbolado y hermoso.
En esta agradable senda primero pasaremos por el palacio Zulueta (de
la Fundación Sancho el Sabio) y sus jardines. Después de
cruzar bajo las vías del tren, ya en la calle Fray Francisco de
Vitoria, uno detrás de otro nos irán apareciendo unos preciosos
palacios de principios del siglo XX: la Casa Zuloaga, Casa de los Dolores
de Cabeza (el nombre le viene de las imágenes que sostienen los
miradores), Maria Enea (de estilo inglés), el bonito Sofia Enea
(al lado, de estilo árabe)...
Frente a estas dos encontraremos el Museo de Armas de Araba (con armas
de todo el mundo, desde la prehistoria hasta el siglo XX) y, a su lado,
en el castillo-palacio de Augusti, el Museo de Bellas Artes de Araba (que
muestra interesantes pinturas y esculturas de los siglos XIV-XX, así
como una sala de numismática). Abiertos (ambos): de martes a viernes,
entre 10 - 14 y 16 -18:30 horas; sábados y festivos, a su vez,
de 11 a 14 horas.
Junto al de Armas, se halla la residencia Ajuria Enea del Lehendakari,
de estilo vasco. Más adelante, por el ancho Parque del Prado, tras
pasar junto a la Capilla bizantina de la Sagrada familia y las instalaciones
deportivas de Mendizorrotza, bajo una especie de Arco del Triunfo veremos
la estatua de San Prudencio, con la basílica dedicada al mismo
detrás.
Todo ello nos indica que nos adentramos en Armentia; un pueblecito que
los gasteiztarras visitan a menudo los fines de semana por sus verdes
prados, sidrerías y entorno. San Prudencio es el patrón
de Álava, y su basílica puede considerarse una verdadera
joya del arte románico. Del siglo XII pero restaurado en el XVIII,
son de subrayar tanto las esculturas de su interior como las del exterior,
la crucería y los grandiosos capiteles, el admirable ábside,
el portalón del siglo XVIII y los dos tímpanos.
Territorio
Altitud
Población
Vascoparlantes
Extensión
Densidad
Fiestas
|
Araba
525 m.
216.929
%14
277 km2
783 hab./km2
San Prudencio (28 de abril)
día de las blusas(25 de julio)
Virgen Blanca(5 de agosto) |
|