ORREAGA
- RONCESVALLES
En este mítico lugar en el que se confunden historia
y leyenda, una de las poblaciones del país más escasas (32
habitantes) ha sido capaz de conservar una de las joyas más importantes
de nuestro patrimonio histórico-artístico: la Colegiata
de Roncesvalles y los edificios que la circundan.
Situada al abrigo del Puerto de Ibañeta, lugar
del mayor triunfo histórico de los vascones, Orreaga ha sido desde
siempre una de las etapas más importantes del Camino de Santiago
y, por tanto, en la Europa medieval jugó un destacado papel. Hoy
no nos queda más que la memoria de esa fama, pero sí en
cambio un impresionante legado artístico del que procedemos a gozar.
RESUMEN HISTÓRICO
La Colegiata de Roncesvalles fue construida en 1127 con
la intención de ayudar física y espiritualmente al gran
número de peregrinos que se acercaban. Primero se situó
en el Puerto de Ibañeta, pero des-
pués de cinco años optaron por trasladar el conjunto un
poco más abajo. De todos modos, el lugar ya era muy conocido, a
causa de los cantares de gesta que rememoraban la famosa batalla de 778.
Teniendo en cuenta ese éxito anterior, y que Sancho el Fuerte
proveyó generosamente a su iglesia, a finales del s. XII la colegiata
ya contaba con una impresionante fama en toda Europa, con lo que en 1219
fue finalmente consagrada. A partir de aquí, y en siglos posteriores,
el poder y los bienes de la Colegiata no hicieron más que multiplicarse,
lo que provocó no pocos conflictos a la hora de elegir al prior.
Por último, con los sucesivos incendios de los siglos XVII y XVIII,
además de las guerras y las desamortizaciones, vino la decadencia
de Orreaga, hasta que el último siglo ha vuelto a resurgir de sus
cenizas. Históricamente ocupada por frailes de la Orden de San
Agustín (s. XIII-XVII), hoy en día la cuidan los monjes
diocesanos.
LO QUE HAY QUE VER
Antes de visitar la propia colegiata, crucemos la carretera y entremos
en el Centro para Visitantes Itzandegia, que, con su exposición
permanente sobre Orreaga, Navarra y el Camino de Santiago, nos ayudará
a comprender mejor la importancia histórico-artística de
este lugar. Abierto todos los días en verano de 10 a 20 y el resto
del año de 10 a 14:30 y de 15:30 a 18 horas (19 en fines de semana).
Por la misma razón, comenzaremos la visita de la Colegiata por
la izquierda de su pórtico monumental, es decir, por su Museo,
donde veremos tesoros de todo tipo y de gran valor, como joyas, tallas,
esculturas, pinturas, libros
Por citar unos cuantos, aquí
se encuentran el Juego de Ajedrez con incrustaciones de oro de Carlomagno
(s. XIV), un Evangelario románico de plata (principios del s. XIII),
la Virgen del Tesoro, algunos libros de canto gigantescos, la primera
edición del libro en euskera "Gero" de Axular (1643)
El Museo de encuentra abierto del 1 de julio al 15 de septiembre (martes
a domingo) de 11 a 13:30 y de 16 a 18 horas, y todo el año en domingos
y festivos. La entrada para adultos cuesta 1,20 €.
Nada más entrar en la colegiata, a la derecha, tenéis el
Claustro, construido después de que el anterior cediera bajo el
peso de la nieve. Desde aquí entraremos en el espectacular Mausoleo
donde se encuentra la tumba de Sancho el Fuerte (según la tradición,
los 2,25 metros que mide su estatua son los mismos que realmente medía
el Rey); este mausoleo se encuentra a su vez en la Sala Capitular, iluminada
por una gran vidriera que representa la batalla de las Navas de Tolosa.
También se conservan las cadenas que este rey rompió en
la batalla de 1212, las mismas en cuyo honor aparecen en el escudo de
Navarra.
Junto al Claustro se encuentra la Iglesia de Santa María de la
Colegiata de Roncesvalles, de principios del gótico francés,
en la que destacan sus tres naves y la preciosa imagen en plata de la
Virgen María (s. XIV). Del siglo XIII, la construyeron encima de
una iglesia románica con sólo un siglo de vida. En las naves
laterales aparece una serie de arquillos superpuestos, coronados por pequeños
rosetones, y también son de destacar las estrechas vidrieras de
la cabecera.
Si salimos de este conjunto principal, y antes de visitar los monumentos
que aparecen junto a la carretera, fijaos en la roca que se encuentra
justo en medio del cruce, convertida en monumento conmemorativo de los
12 siglos de la Batalla de Orreaga. Junto a él, la Capilla de Santiago,
del s. XIII, antigua parroquia cuyas campanas servían para orientar
a los peregrinos que cruzaban Ibañeta en medio de la niebla. Al
lado tenemos la Capilla Mortuoria de Sancti Spiritus o Silo de Carlomagno,
donde, además de ser enterrados muchos peregrinos, la tradición
sitúa los cuerpos de los héroes de la batalla de 778. Para
terminar, a 300 metros siguiendo la carretera, encontramos una espectacular
cruz de peregrinación del siglo XIV.
Territorio:
A Iruñea:
Altitud:
Población:
Vascoparlantes:
Extensión:
Densidad:
Fiestas:
|
Nafarroa
47 km.
952 m.
32
%22
14 km2
2 hab./km2
Natividad de la Virgen(8 de septiembre) |
EL
PUERTO DE IBAÑETA
A un par de kilómetros de Orreaga (ver itinerario) se encuentra
la tan citada Ibañeta, lugar de batalla aquel lejano 15 de agosto
del año 778, cuando los vascones (con la ayuda de algunos musulmanes)
vencieron al invencible ejercito de Carlomagno. La emboscada parece que
comenzó por la retaguardia y alcanzó a toda la tropa, mientras
que al propio Carlomagno, que iba más adelante, no le llegaron
las noticias hasta ser demasiado tarde.
En medio del combate fue muerto Roldán, Par de Francia y nieto
de Carlomagno, y basándose en ello se escribió la famosa
(y fantasiosa) Gesta de Roldán, uno de los trabajos artísticos
más importantes de la Europa medieval. Hoy en día, ese suceso
es recordado en el propio puerto por un espectacular monolito.
Si el día es lo suficientemente claro, la vista del valle y el
desfiladero es como para cortar la respiración, y si es la niebla
la que preside el día, lo que oiremos serán las campanas
que desde la ermita de San Salvador orientan a los peregrinos. Junto a
este templo veremos una verdadera montaña de cruces dejadas por
los sucesivos peregrinos, cruces de todas formas, colores y tamaños,
clavadas como recuerdo y agradecimiento después del esfuerzo de
subir Ibañeta.
|