En el km 34,5 de la ruta atravesamos Esprontzeda
y, al cabo de poco, Desoio, ambos pequeñas poblaciones que
viven de la agricultura de secano. A 6,5 km del último pueblo,
en dirección a Logroño, ya tenemos a la vista Torres
del Río, al cual llegaremos muy pronto.
La Iglesia octogonal del Santo Sepulcro (s. XII)
es uno de los ejemplos más importantes del románico
navarro, aunque también ofrezca bastantes elementos de influencia
musulmana, como los adornos de los capiteles o la cúpula
con nervaduras. Después de visitarla, podemos retroceder
un par de kilómetros y dirigirnos a Urantzia / Los Arcos,
mientras por el camino atravesamos Santzol (restos de la Edad de
Hierro).
En el km 50 y después de pasar varios cruces
en zigzag (andad atentos), llegamos a la "Curnonium" de
Ptolomeo (Urantzia / Los Arcos), de cuyo núcleo romano nació
la ciudad medieval. Toda la parte vieja merece una visita, pero
especialmente la Iglesia de Santa María, construida en diversos
estilos entre los siglos XII-XVIII; en ella destacamos el pórtico
plateresco, el claustro ojival, la talla de la Virgen Negra, los
adornos barrocos y la esbelta torre. Así mismo, podéis
visitar el ábside románico de la ermita de San Blas,
la Puerta de Castilla medieval, el Puente Viejo construido en piedra
de sillería enfrente suyo, y tantos y tantos palacios interesantes
LAS ESCULTURAS NATURALES DE SAN GREGORIO
Nos dirigimos a Acedo por la carretera entre la
iglesia y el Puente Viejo, transcurridos pocos kilómetros
comenzamos a divisar a lo lejos el monolito y la iglesia, que serán
nuestra última cita en este recorrido y que parecen ser los
Señores del Valle que nos están esperando.
A 5 km de Urantzia atravesamos Muez, el pequeño
pueblo que vive bajo ese espectacular monolito. El camino por el
que se llega hasta allí desde Muez es muy empinado, con lo
que seguiremos con el coche hasta dar la vuelta a la montaña.
Después de este último pueblo, veremos aparecer otra
serie de monolitos, aperitivo de lo que vendrá después.
A 2 km de Muez giramos a la derecha hacia Sorlada,
a la cual llegaremos en otro par de kilómetros, como hemos
dicho, al otro lado del monte San Gregorio. Como veréis,
antes de entrar en el pueblo hay un camino que nace a la derecha,
con una triste señal de "San Gregorio". En la parte
alta del pueblo, a 50 metros del cartel, girad primero a la izquierda
y luego siempre recto, hasta que en el cruce a 300 metros giramos
a la derecha. De esta manera, llegaremos al templo barroco, tan
hermoso como desconocido, de San Gregorio Ostiense. Saliendo de
la basílica hacia la izquierda, a 100 metros nace un sendero
que en cinco minutos nos dirige a la campa detrás de la cual
esta esperándonos esa maravilla de monolito de San Gregorio
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SAN
GREGORIO OSTIENSE
En torno a la Viana navarra, sobre la montaña que domina
los pueblos de Muez y Sorlada, en un lugar bastante apartado y desconocido,
se levantan un hermoso templo y unos más bellos todavía
monumentos naturales. "Perdido" en el monte entre dos
pequeños pueblos y totalmente desconocido para muchos vascos,
se encuentra este conjunto arquitectónico-natural llamado
San Gregorio, el cual merece una visita que sorprenderá a
más de uno.
LA BASÍLIKA DE SAN GREGORIO
Situada sobre el pueblo de Sorlada, la basílica será
el primero de los dos puntos de interés que encontraremos
en San Gregorio (para llegar, ver itinerario). Junto a un merendero
apropiado para pasar una agradable tarde, desde el sitio en el que
se sitúa tenemos una hermosa vista de los alrededores.
Lo primero que haréis será sorprenderos por la riqueza
ornamental de su fachada, la cual no tiene nada que ver con la de
una ermita de monte como se supone que es ésta, sino con
la de un gran templo de una importante población. De esta
manera, la entrada principal, hueca hacia el interior, se nos aparece
llena de adornos: desde las estatuas hasta los pilares laterales
en forma de espiral, pasando por los capiteles labrados, los grandes
escudos sobre la portada, las paredes trabajadas
todo lo que
vemos, y teniendo en cuenta dónde se halla la iglesia, forma
un conjunto realmente rico y sorprendente. Así mismo, la
hierba que se cuela por entre las baldosas de la calzada (delante
de la fachada) le da al conjunto un agradable toque rústico.
LOS MONOLITOS DE SAN GEGORIO
Estos impresionantes monolitos se hallan desperdigados por la colina
y se alzan notables sobre el terreno. El más espectacular
y el que os dejará realmente alucinados se encuentra a un
kilómetro de la basílica (ver itinerario), tomado
el sendero que parte del aparcamiento desde donde ya se vea 100
metros.
Este sobrecogedor monolito se encuentra mirando al pueblo de Muez
y a todo el valle que lo rodea y, por ello, nos parece una especie
de Rey de la Colina, además de recordarnos esas gigantescas
y misteriosas estatuas de piedra con forma de cabeza, típicas
de Rapa Nui (Isla de Pascua), aunque esta vez la forma humana sea
más que discutible.
Eso sí, aun sabiendo que este gran pedrusco que según
la luz que le dé toma unos tonos más rojizos o más
azulados constituye una formación natural, no podemos dejar
de sospechar que sea obra de unos antiguos hombres que eligieron
colocar seis o siete rocas una encima de otra y cuyo resultado fue
esta increíble estatua. Más bien parece el comienzo
de una inacabada estatua toscamente labrada por el hombre, porque,
por más que lo miremos, nos cuesta creer (aun siendo así)
que semejante monumento de unos 20 metros de altura sea obra de
la naturaleza. Increíble.

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