EL
DESIERTO DE LAS BARDENAS
LA BARDENA
BLANCA
Desierto o paisaje lunar, la desolación de Las Bardenas forma
uno de los parajes más exóticos y mágicos de Euskal
Herria. En ningún otro sitio encontraremos un paisaje que nos haga
recordar tan vivamente esa imagen de "Far West".
La llanura del Ebro es a la altura de Tutera una de las zonas más
secas de la península, y, si a eso le añadimos la desolación
dejada por las guerras navarro-aragonesas y la masiva tala de bosques
en el siglo XVIII, el resultado es el paisaje lunar que contemplamos.
Las Bardenas (el nombre parece venir del vasco "abardena") forman
un rectángulo de 415 km2 en el extremo sudeste de Nafarroa y se
dividen en tres o cuatro zonas. Las más importantes de éstas
son: La Bardena Negra (conserva más vegetación, sobre todo
pino y matorral, y por ello parece negra desde el cielo) y La Bardena
Blanca (la más erosionada, desértica y, por tanto, espectacular;
nosotros nos centraremos en ella).
LA BLANCA Y SUS BANDOLEROS
La Bardena Blanca es una extensa depresión atravesada por hileras
de pequeñas montañas, de formas tan curiosas como caprichosas
(estriadas, tipo meseta
). Dentro de ella hay una zona especialmente
espectacular, casi increíble, como es la zona del Prallón
y Piskerra (ver itinerario), por donde se abre paso la Cañada de
los Roncaleses.
Cerca de aquí tenemos los restos del que fue castillo del mítico
bandolero Santxikorrota, un personaje real del s. XV, que llegó
a ser el verdadero "rey" de estos difíciles dominios.
Aquí era donde se escondía cuando venían tiempos
duros, según la leyenda junto con su tesoro, y el Rey Juan II tuvo
que montar un verdadero ejército de 200 caballeros para atraparlo
a él y a sus compinches, aunque el bandolero prefirió suicidarse
antes.
LAS CAÑADAS REALES
Este inmenso desierto no pertenece a un solo municipio, sino que el uso
y disfrute de sus tierras y pastos (que también los hay) se rige
por unas normas aprobadas por los pueblos congozados y que datan de la
época de Fernando V. Estos pueblos son los de los alrededores pero
también los de los valles del Roncal y Salazar, ya que, aun siendo
valles pirenaicos, siempre han estado unidos a estas tierras a causa de
la trashumancia y el cambio de pastos.
En junio se lleva el ganado de Las Bardenas a los Pirineos, pero, antes
de que comience el frío, en septiembre, se devuelve al sur, para
que pasen el invierno en estas tierras más templadas. Esta ruta
puede llevar de cinco a siete días y su punto culminante se da
con la "Sanmiguelada"; este día, y siguiendo una tradición
de más de 500 años, miles de ovejas entran en Las Bardenas
y hacen temblar sus tierras.
RECOMENDACIONES
La mejor época para visitar el Desierto de Las Bardenas es la
primavera o el otoño, ya que en verano puede que haga demasiado
calor y porque en primavera, por ejemplo, el contraste entre los verdes
pastos y las colinas más amarillentas de fondo es más que
espectacular.
Por otra parte, tened en cuenta que es fácil perderse si nos alejamos
demasiado de la pista que rodea a la base militar y que ni en esta ni
en varias zonas alrededor se puede penetrar (hacen prácticas de
tiro real); por ello, es muy recomendable un buen mapa si queréis
hacer excursiones por la zona. Por último, si la excursión
es andando, es imprescindible llevar una buena cantidad de agua, y, además
de ello, os recomendamos llevar bastante comida y en caso de pérdida
y de tener que pasar la noche al rasoropa de abrigo
TUTERA
- TUDELA
La segunda ciudad de Nafarroa y capital de La Ribera ha jugado un papel
destacado en la historia, a causa de su estratégica posición
en el cruce de los caminos del Ebro y del que unía Castilla con
Francia. Este papel fue el resultado de la enriquecedora convivencia entre
las culturas judía, musulmana y cristiana, que nos ha dejado como
resultado, entre otras muchas cosas, su parte vieja organizada a modo
de laberinto.
RESUMEN HISTÓRICO
Aunque podemos encontrar restos prehistóricos y romanos en Tudela,
las primeras noticias oficiales que nos llegan de ella son de la época
musulmana, y nos cuentan que tenía una gran mezquita, un zoco y
una alcazaba, alrededor de las cuales se organizaba el conjunto de casas,
hasta que en 1119 fue reconquistada. En los siguientes cuatro siglos,
aunque cada uno en su barrio, las culturas musulmana, cristiana y judía
convivirían sin problemas y, gracias a ello, convertirían
a la ciudad en un importante centro cultural, del que surgieron grandes
personajes.
Por otra parte, ese espíritu liberal y foralista de la ciudad
ha quedado de manifiesto más de una vez, a saber, en la heroica
resistencia a la invasión castellana de 1512 o en las numerosas
trabas que le puso a la Inquisición. Los siguientes siglos continuaría
siendo un gran centro cultural (en 1773 se fundó la Real Academia
Económica de Amigos del Pueblo de Tudela), pero, a su vez, tuvo
que sufrir en gran medida las guerras del XIX y XX. Por último,
en la segunda mitad del siglo XX conoció un nuevo despegue económico.
LO QUE HAY QUE VER
La Plaza de los Fueros constituye hoy en día el centro de la ciudad
y lugar de encuentro de los tudelanos, además de unir la zona histórica
con el moderno ensanche y ser, en nuestra opinión, la plaza más
bonita de toda Euskal Herria.
Construida en 1687, fue plaza de toros entre 1700 y 1842, como ponen
de manifiesto las largas balconadas pintadas y adornadas con escudos de
los pueblos de Nafarroa. Por desgracia, el ver a su quiosco central rodeado
por numerosos automóviles no le hace ningún favor estético
a esta maravillosa plaza. Destacan en este cuadrado la Casa del Reloj
y, a un lado, la parroquia de Santa María, el antiguo hospital
de Nª Sª de las Gracias, del siglo XVI.
Antes de adentrarnos en la Parte Vieja, dejando este último edificio
atrás y continuando recto pero en zigzag, encontraremos en un parque
junto a la calle Monteagudo el Monumento al Corazón de María
y la Torre de Monreal (seguramente, atalaya del s. IX, reconstruida en
el s. XX).
Ahora sí, retrocedemos y entramos en la zona histórica
de la ciudad, un verdadero laberinto de calles casi ninguna recta salpicadas
por todas partes por sorprendentes rincones y detalles. El centro del
laberinto lo ocupa la que forma la silueta de la ciudad, la preciosa torre
de la catedral, y, para llegar a él, debéis tomar la calle
Concarera en la plaza y girar a la derecha en la Plaza de San Jaime.
LA CATEDRAL DE SANTA MARIA Y LA PARTE VIEJA
Comenzada a construir en 1168 sobre la antigua mezquita, hablamos, en
general, de una iglesia románica de transición, una de las
construcciones religiosas más destacadas de Nafarroa. Tiene tres
entradas: la primera y más importante es la del Juicio Final (espectacular),
luego viene la antigua de la Virgen en el lado sur y, por último
y al norte, la de Santa María.
El claustro románico con restos de la mezquita merece una atención
especial (fijaos en los adornos de los capiteles), y en ella especialmente
la capilla mudéjar de la Escuela de Cristo, del siglo XV y realizada
en el mismo lugar en el que estuvo la Gran Sinagoga.
En las tres naves interiores podemos destacar el retablo mayor, del s.
XV (con unas cadenas ganadas en la batalla de las Navas de Tolosa por
el tudelano Sancho VII), entre las numerosas y hermosas capillas la de
Santa Ana, una impresionante capilla barroca presidida por la imagen gótica
de la patrona de la ciudad (fijaos en la maravillosa cúpula), y,
por último, el retablo monumental de Santa Catalina.
Pero, además, no podemos dejar de citar estos otros elementos
en este rico templo: las capillas de San Joaquín, San Martín
(verja plateresca de hierro), "La Dolorosa" (retablo barroco),
del Espíritu Santo o de la Virgen de la Esperanza; la talla de
la Virgen Blanca, del s. XII, el mausoleo gótico de Villaespesa,
el maravilloso coro del s. XVI, el órgano barroco, los numerosos
trabajos en platería y así un largo etc.
En el exterior tenemos la imagen de la ciudad, una esbelta torre-campanario
del siglo XVII, construida sobre la anterior románica y hoy en
día refugio de cigüeñas. Pegado a la catedral tenemos
el Palacio Decanal (portada plateresca) y en la misma Plaza Vieja el Ayuntamiento,
del siglo XVI pero posteriormente reformada.
Por detrás de este avanza la Calle de la Rúa, la antigua
calle mayor, y a lo largo de ella iremos descubriendo entre otras la hermosa
Casa del Almirante, del XVI (justo detrás del Ayuntamiento, con
una portada plateresca en la que destacan el alero y el balcón),
a su derecha la Casa de Ibañez Luna, del s. XVI, y la Iglesia de
San Nicolás, un templo barroco con un impresionante tímpano
románico.
En la esquina de esta iglesia podemos girar a la izquierda por la calle
Seralta, y hacer lo mismo en el próximo cantón, para así
acabar en el espectacular conjunto de la Plaza del Mercadal: la Parroquia
de San Jorge, de 1618, con su retablo mayor del s. XVIII, fachada manierista
y portada con el escudo de Carlos III, pegada a ella el Centro Cultural
Castel Ruiz, del mismo año (patio central de impresionante arquería),
y más a la izquierda el Palacio barroco del Marqués de Huarte,
hoy en día biblioteca con entrada por la posterior calle Herrerías.
Este último conserva un impresionante escalera imperial, una cúpula
artística, una armadura del siglo XVI y otros muchos tesoros.
Podemos volver al Palacio Decanal por la calle Carnicerías, y,
dejando ésta atrás, topar con la mayor obra de la arquitectura
civil de Tutera, el Palacio del Marqués de San Adrián (entre
la calle Benjamín de Tudela y la Plaza de la Judería), del
s. XVI y estilo renacentista, con sus aleros, su patio y su escalera principal
entre otros elementos de interés.
Si nos dirigimos al Ebro, a la entrada del largo puente de 17 arcos todos
diferentes podremos contemplar la magnífica Parroquia de la Magdalena,
del s. XII, con sus preciosas portadas central y laterales, la torre románica,
el retablo renacentista, sus pinturas y su órgano barroco.
Por último, de paseo por los hermosos alrededores del río
Ebro, podemos acercarnos hasta el Monumento del Sagrado Corazón
de Jesús, que domina la ciudad, junto a los restos del castillo
de Sancho VII. Desde aquí podréis gozar de una magnífica
vista de Tudela y el río.
Territorio:
A Iruñea:
Altitud:
Población:
Vascoparlantes:
Extensión:
Densidad:
Fiestas:
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Nafarroa
94 km.
264 m.
26.461
%1
217 km2
128 hab./km2
El Volantín (Sábado santo)
La bajada del Ángel ( Domingo de Pascua)
Santa Ana (26 de julio) |
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