HENDAIA
- HENDAYE
Hendaia ha sido desde siempre un importante lugar de paso situado
en un entorno privilegiado, con el Bidasoa, la Bahía de Txingudi
y en general la Península Ibérica a un lado, y la
larga playa, el Parque de Abbadia y el Continente Europeo al otro.
SUCESOS HISTÓRICOS
La aldea de Hendaia entró en la historia allá por
el siglo XII, ya que contaba con un hospital para los peregrinos
que iban a Santiago. Sus moradores vivían de cara al mar:
de la pesca, de sus astilleros y también como corsarios,
ya que esta última actividad continuó hasta el XIX,
pero sobre todo de la caza de la ballena.
Por otra parte, "gracias" a su posición estratégica,
se la ha utilizado muchas veces para atacar a la vecina Hondarribia
por parte de sucesivos ejércitos. Así, tras haber
conocido muchas guerras, quedó destruida después de
la Revolución y la época napoleónica.
El resurgimiento le llegaría a través del desarrollo
del turismo a mediados del XIX, y en 1940 su estación de
tren fue el lugar de la famosa entrevista entre los dictadores Hitler
y Franco. Por último, hoy en día Hendaia es una ciudad
volcada en volver a los mejores tiempos del turismo, como toda la
costa de Lapurdi.
LA HENDAIA ALTA
Desde el Bidasoa, Hendaia cuenta con dos grandes zonas diferenciadas:
la estación de tren y el casco urbano en la parte alta y
la Bahía de Txingudi, la Playa y el Parque de Abbadia junto
al mar.
Desde el puente sobre el Bidasoa, a nuestra izquierda queda la
estación de tren y poco después el centro. Este pequeño
casco urbano es el origen y la zona más animada del pueblo,
y en su Plaza de la República (un par de calles a la derecha)
encontraremos la iglesia de San Vicente: del siglo XVI, ha conocido
muchas reformas, de las cuales destaca el interior de estilo laburdino,
con nave única y galerías para los hombres. A la derecha
de la entrada hay una curiosa pila bautismal, y en el exterior una
cruz de piedra que ha sabido mantener el misterio de sus símbolos.
En el balcón sobre el Bidasoa que forma la Rue des Pécheurs,
nos encontramos con Baker Etxea, casa del escritor Pierre Loti,
y a continuación podemos empezar a bajar, en un maravilloso
paseo sobre el río; primero a través de un balcón
natural desde el cual podremos contemplar el río y la bahía,
y más tarde desde la propia bahía, siempre sin que
el conjunto pierda nada de su belleza.
LA BAHÍA DE TXINGUDI
Txingudi constituye uno de los humedales más importantes
de Euskal Herria y de todo el Cantábrico. Muchas especies
de aves (halcones, gaviotas, tórtolas) eligen esta bahía
para pasar el invierno, y otras (grullas, golondrinas, águilas)
la utilizan como vía de paso, convirtiendo todo ello a Txingudi
en un verdadero paraíso ornitológico. Lo dicho, un
impresionante paseo sobre el agua con la hermosa Hondarribia de
fondo.
Por desgracia, y como en sus alrededores vive cada vez más
gente que por encima de la ecología pone sus intereses turísticos
(no hay más que ver el puerto deportivo nuevo), la supervivencia
de este importante ecosistema sigue sin estar garantizada.
LA PLAYA DE ONDARRAITZ
La de Hendaia es la playa de arena fina más larga de Euskal
Herria con sus tres kilómetros, además de una de las
más bonitas, ya que desde ella podemos contemplar a un lado
Hondarribia y al otro la Punta de Santa Ana y las espectaculares
"Dunbak". Además, en medio de la playa encontraremos
el antiguo casino neo-arabesco.
EL PARQUE NATURAL DE ABBADIA
Antonie Abbadia (1810-1897) fue un aventurero, científico
y euskaltzale (el lema "Zazpiak Bat" es suyo) hendayés
pero nacido en Dublín, de padre vasco y madre irlandesa.
Fue él quien organizó las primeras Fiestas Vascas
en Urruña allá por 1853 y las sucesivas en otros puntos
del país, para más tarde ir a explorar e investigar
diversos territorios por todo el mundo; finalmente, el castillo
que lleva su nombre también fue encargado por él.
El propio castillo es un trabajo neogótico basado en los
palacios-fortalezas, los castillos del Loira y los palacios ingleses,
y hoy en día se ha convertido en un observatorio astronómico.
Se encuentra en medio del parque del mismo nombre, entre la playa
de Hendaia y la pequeña bahía de Loia, y en uno de
sus extremos encontramos la Punta de Santa Ana y las citadas "Dunbak"
o "Bi Bikiak". Realmente, merece la pena venir paseando
hasta este punto, porque las vistas sobre el océano aquí
son extraordinarias y porque junto a nosotros encontraremos estas
dos grandes rocas sobre el mar que marcan el fin de los Pirineos
y el retroceso de la costa.
Según dice la leyenda, estas rocas son obra de los míticos
Gentiles que, ayudados con una honda, las lanzaron hasta aquí;
sin querer, ya que su objetivo era la catedral de Baiona, pero,
al parecer, una traicionera boñiga hizo que el Gentil perdiera
el equilibrio y las rocas (de nombre "Dunba Zabala" y
"Dunba Luzie") llegaron hasta Hendaia. Hay más
versiones de la historia, que dicen que el Jaungorri pirenaico,
enfadado por el hambre que pasaba, las lanzó desde la Peñas
de Aia, que marcan la tumba de los Gentiles
A la derecha de Santa Ana tenemos la pequeña bahía
de Loia, en cuyo interior encontraremos una playita o cala bastante
salvaje. El parque se encuentra abierto todos los días de
15 a 18, y en julio y agosto de 10 a 13 y de 15 a 19 horas.
Territorio:
A Baiona:
Altitud:
Población:
Vascoparlantes:
Extensión:
Densidad:
Fiestas: |
Lapurdi
39 km.
25 m.
12.966
sin datos
8 km2
1.621 hab./km2
Fiestas del mar
Fiesta del Chipirón (mediados de julio)
Semana Vasca (8 de agosto). |

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