EL VALLE DE LARRAUN El descenso
del puerto nos conducirá directamente a Lekunberri, esto
es, hasta el punto de arranque de la maravillosa carretera que cruza
el Aralar navarro.
Inmejorablemente situada en las faldas de Aralar, en ésta
que constituye la población más importante del valle
de Larraun, destaca la iglesia gótica de San Juan Bautista.
Son de reseñar su entrada con arcos de arquivoltas y el retablo
mayor barroco.
Si queréis visitar el espectacular nacedero del río
Larraun, después de haber atravesado el pueblo anterior,
dirigios hacia la derecha a Iribas, dejando por ahora a la derecha
la carretera que tomaremos más tarde hacia Baraibar - San
Miguel. De esta manera, llegaremos enseguida a la citada Iribas
y, tras atravesarla, nos podemos dirigir al nacedero del Larraun,
también llamado "Guadiana navarro".
El sendero que surge frente a nosotros (está señalizado)
nos llevará, atravesando las campas de Ertzilla, hasta el
nacedero de Aitzarreta, especialmente llamativo si os acercáis
en primavera. Aquí es donde nace el río Ercilla, y
1 kilómetro más adelante (siguiendo por su izquierda)
desaparece bajo la tierra, pero, si seguimos su cauce seco durante
otro kilómetro, veremos cómo resurge de nuevo, ya
a las puertas del pueblo. En esta hermosa vuelta de no más
de 5 km, tendremos la oportunidad de divisar cómo desaparece
el agua cada cierto tiempo, además del barranco del Legezalde
y más de un manantial.
LA MARAVILLA DE SAN MIGUEL
Esta vez sí tomaremos la carretera que sube a Aralar,
una de las más impresionantes que encontraremos en toda Euskal
Herria. Pronto llegaremos al único pueblo que encontraremos
en todo el camino, Baraibar, rodeada de preciosos bosques.
Pasado este pequeño pueblo, comenzará a aparecernos
el típico paisaje de Aralar en toda su magnitud: árboles,
rocas con musgo, hojas, arbustos, animales
que irán
sucediéndose durante todo el recorrido y que constituyen
una de las postales más atrayentes de toda nuestra geografía.
Para el km 53 de la ruta tendréis la oportunidad de experimentar
todas estas sensaciones en vivo, ya que habremos llegado al primero
de los aparcamientos habilitados para ello. Alrededor de él
tenéis cuantos prados y bosques hermosos podáis querer
y que invitan a pasear y perderse por ellos. En esta zona en la
que hasta los pottokas viven libres, encontraremos a un par de km
el segundo de los aparcamientos, rodeado, claro está, de
miles de tesoros naturales.
Por último, ya que hasta la gran maravilla de Aralar necesitaba
su propio templo, comenzaremos a divisar el Santuario de San Miguel,
la preciosa casa de uno de los santos más venerados por los
navarros y solitario templo que preside la sierra entera. Las vistas
desde aquí, cómo no, son más que hermosas.

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ARALAR
MENDIZERRA
LA
LEYENDA DE SAN MIGUEL
La extensa cordillera dominada por el famoso Santuario de San Miguel,
esto es, la Sierra de Aralar, une los territorios de Navarra y Gipuzkoa
y constituye la auténtica reserva prehistórica de
Euskal Herria, en la que se encuentran más de 60 de nuestros
dólmenes. Pero, además, todo este territorio conforma
una verdadera maravilla natural que deja boquiabiertos a todos sus
visitantes.
UN
EXTRAORDINARIO MEDIO NATURAL
Esta encantadora sierra se divide en dos: por un lado el bosque
navarro, formado sobre todo, por esbeltas hayas, y, por otro, las
cimas rocosas sobre las praderas y roquedales guipuzcoanos.
En este impresionante bosque, además de hayas, podemos encontrar
robledales, tejos y serbales, además de numerosos arbustos
y plantas herbáceas. Respecto a la fauna, y por citar solamente
unos pocos, esta tierra se halla repartida entre jabalíes,
corzos, alimoches, pequeñas águilas, buitres negros
y gatos monteses, además de los imprescindibles rebaños
de ovejas.
Testigos de la importancia del santuario del mismo nombre son su
antigüedad y las leyendas que lo rodean, aparte de constituir
un importante centro de peregrinación del pueblo navarro.
El santo de San Miguel es muy querido por el pueblo y su imagen
la veneran muchas personas. Ejemplo de ello es el lema que se puede
leer en muchas casas: "Mikel, zurea zaizu Euskal Herria"
(Miguel, tuya es Euskal Herria).
Hoy en día las peregrinaciones las suelen realizar gentes
de otro tipo, como son el montón de domingueros y excursionistas
que se acercan cada fin de semana a sus dominios, atraídos
sin duda por la paz y la hermosura que se percibe entre estas hayas
centenarias. Por tanto, no penséis que si os acercáis
un fin de semana de buen tiempo seréis los únicos.
No os preocupéis, hay sitio para todos.
EL SANTUARIO
DE SAN MIGUEL IN EXCELSIS
El templo actual es la reconstrucción de otro levantado
sobre uno más antiguo de estilo prerrománico, como
lo demuestran los restos encontrados de esta iglesia prerrománica
del s. IX durante los trabajos de rehabilitación. Por lo
que parece, la reconstruyeron y ampliaron en el siglo X tras un
incendio, y desde que el rey Pedro I peregrinara hasta allí
y sanara de sus males alcanzó gran renombre en toda Navarra.
El templo que podemos contemplar hoy en día cuenta con una
planta de basílica, tres naves con cuatro espacios y una
triple cabecera alineada con las citadas naves. La capilla mayor
corresponde al exterior poligonal y las otras a las semicirculares.
Eso sí, antes de esta capilla principal tenemos un pequeño
santuario, situado según la leyenda sobre la cueva en la
que apareció el santo. La pequeña imagen de San Miguel
está compuesta de un caparazón barroco realizado en
plata dorada, de 1756, en cuyo interior se conserva la antigua talla
de madera. Esta imagen suele salir a visitar muchos municipios navarros
entre marzo y agosto, con el fin de bendecir tanto a personas como
a campos y haciendas. De todas maneras, la auténtica joya
del santuario es el retablo, uno de los trabajos de esmaltación
más importantes de la Europa de su tiempo (siglo XII); compuesta
de un conjunto de imágenes realizadas en esmalte, en medio
de los Apóstoles aparecen la Virgen María y el Niño.
Fue robada en 1979, pero la mayoría de los esmaltes pudieron
ser recuperados más tarde.
El día del Corpus Christi se realiza una procesión
muy tradicional al Santuario. Horarios para visitar el templo: de
10 a 14 y de 16 a 19 horas. Si se encuentra cerrado, se puede pedir
la llave en el bar del refugio. La entrada es gratuita.

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